Ya llevamos más de un mes de haber empezado un nuevo año escolar y con él tenemos la
oportunidad de ser mejores padres, mejores hijos, mejores maestros… en otras palabras:
mejores personas.
Los invito a mirar este año como un viaje que tenemos que tenemos que aprovechar
intensamente y para ello:
TENGAMOS UNA GUÍA DE VIAJE:
Debemos tener claro dónde queremos llegar como familia, como pareja, como profesional,
dónde deseamos que lleguen nuestros hijos y por eso es indispensable que sepamos lo que
deseamos para nuestra familia en general y para nuestros hijos y nosotros en particular.
SABER ANDAR EL CAMINO
Cuando vislumbramos el horizonte y vamos hacia él, no podemos ir de cualquier manera.
Nuestra tarea es saber leer la hoja de ruta que nos guía en este caminar. Como es lógico, esta
hoja de ruta nos mostrará qué caminos son posibles y qué otros no, que cuidados debemos
tomar, dónde podemos descansar, dónde podemos acelerar el paso y donde no, respetar las
reglas de tránsito… por tanto no olvidemos dos detalles:
Son nuestros hijos los que tienen que andar su camino, no nosotros. Nuestra misión
consiste en prepararlos para ello, pero no caminar su camino.
Brindemos a nuestros hijos experiencias que les ayuden a confiar en ellos, a tomar
decisiones, a caminar. No temamos.
TENER COMBUSTIBLE
Sin duda alguna el mejor combustible es el amor… estemos convencidos que por encima de
cualquier cosa está el amor. Y no olvidemos que el amor no es algo dulzón; es exigente, sabe
dar respuestas claras a situaciones concretas, sabe distinguir cuándo hay que decir hay que
decir sí y cuando hay que decir no.
Entonces, disfrutemos el viaje.
Seamos felices
DAVID TÁVARA MA SAN
Director
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